Resumen de 6 segundos: Un mayor conocimiento financiero generalmente significa una mejor salud financiera. Y hay muchas formas inteligentes de mejorar tu educación financiera.
La educación financiera y el crecimiento financiero van de la mano. Es difícil tener uno sin el otro. Existe un debate sobre cómo progresar en ambos. De hecho, algunas personas exitosas creen que fueron sus logros los que los hicieron buenos para manejar su dinero.
En lugar de analizar la causa, podemos enfocarnos, simplemente, en cómo mejorar. Puede tomarnos un tiempo desarrollar en profundidad nuestra educación financiera. Pero un avance significativo en nuestro conocimiento, puede comenzar de inmediato.
Según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la deuda de los hogares alcanza un récord de 14.56 billones de dólares, Desde una perspectiva de educación financiera, nuestro compromiso con la mejora puede significar simplemente que ya no vamos a aceptar ser víctimas de deudas o esclavos de las dificultades financieras.
En cambio, nos comprometemos a hacernos a cargo y a convertirnos en dueños de nuestro destino financiero.
Tener conocimientos financieros significa desarrollar un conjunto de habilidades que te permitan tomar buenas decisiones financieras. Como cualquier habilidad, esta se mejora con la práctica.
Según una investigación publicada en la revista académica Frontiers in Psychology, aprender una nueva habilidad puede tardar a entre 18 días y 180 días, lo que significa que desarrollar mejores hábitos puede requerir mucho esfuerzo y tiempo.
El primer paso hacia la educación financiera consiste en conocer y aplicar buenas estrategias para mejorar nuestra posición financiera, en lugar de solo dejar de lado los malos hábitos. De esa forma podremos desarrollar de manera natural, una mentalidad de crecimiento financiero sano.
Aquí hay 10 formas de comenzar a mejorar tus habilidades de educación financiera.
1.Haz un presupuesto (o actualiza tu presupuesto)
Un presupuesto es un plan de gastos adecuado a tus ingresos. Detalla lo que ingresas y cómo se ahorrará o se gastará. Puede ser muy detallado o más bien abierto. Pero debe precisar todas tus fuentes de ingresos y todos tus ahorros y gastos; esto te permitirá ver cuál es tu situación en general.
¿Estás mejorando un poco cada mes, te estás quedando atrás o simplemente estás en punto de equilibrio? Este es el punto a partir del cual se toman todas las demás decisiones de crecimiento financiero. Sólo podemos arreglar lo que sabemos que está roto, por lo que necesitamos rastrear lo que funciona y lo que no.
Puedes evaluar tu situación presupuestaria actual dividiendo un documento en dos columnas y enumerando las cosas de las que eres dueño de un lado, y las cosas que debes en el otro. Utiliza el valor de mercado para determinar por cuánto podrías, de manera realista, vender cada uno de tus activos.
La parte de la deuda debe provenir de los estados de cuenta, ya sean los que recibas por correo o los saldos que consultas en línea. Debes tener la seguridad de que el lado adeudado sea exacto. Una vez que hayas completado los dos lados, resta lo que debes de lo que tienes. Éste es tu patrimonio neto. Al principio, haz todo lo posible para realizar un seguimiento de éste mensualmente; más adelante puedes pasar a trimestral, si lo deseas.
Si descubres que estás gastando más de lo que ganas, tendrás que realizar un seguimiento de cada centavo y evaluar tus áreas de gasto para liberar ahorros.
Si estás avanzando cómodamente, puedes relajarte un poco, pero aún así debes ser muy claro sobre los ahorros y la reducción de deudas. Estas son tus prioridades y es necesario ceñirse a ellas si deseas mantener tu bienestar financiero.
“La parte más difícil de hacer un presupuesto es ceñirse al plan delineado”, dice Zachary A. Bachner, un planificador financiero certificado con la Consultoría Financiera Summit. “Seguir un plan estricto requiere una gran dedicación y un compromiso con el objetivo. Esto puede requerir un seguimiento diario, semanal o mensual para garantizar que no se gasta de más en ninguna categoría específica”.
“Una vez que se reducen o eliminan los gastos innecesarios, se libera efectivo adicional que se puede colocar en ahorros para objetivos a corto o largo plazo”, agrega Bachner. “Tomar el control de su presupuesto es el primer paso que hacia el éxito financiero”.
Si has estado trabajando con un presupuesto durante un tiempo, puedes beneficiarte de actualizarlo; los ingresos y los gastos cambian con el tiempo.
La actualización periódica de tu presupuesto te permitirá conocer la verdad de tu situación actual.
Una mejor información conduce a mejores decisiones. Un presupuesto actualizado te permite lograr un crecimiento financiero de dos maneras. Primero, te ayuda a comprender exactamente cómo estás administrando tu dinero. Y segundo, te ayuda a tomar mejores decisiones basadas en información actual.
2. Revisa (y cuestiona) tus beneficios
Los paquetes de beneficios laborales suelen ser muy técnicos y difíciles de entender. Pero son prestaciones valiosas que a menudo pueden ayudarte económicamente.
¿Estás aprovechando al máximo las ventajas de tu empresa? ¿Los beneficios del plan 401 (k)? ¿Puedes permitirte contribuir con dinero adicional a un plan de contribución definida y ahorrar impuestos actualmente mientras mejoras tu futura jubilación?
Quizás tengas otros beneficios que podrían ayudarte con los gastos. Es importante no sólo saber en general qué prestaciones tienes, sino también preguntarte cómo puedes ayudarte económicamente aprovechando todo lo que está disponible. Eso te permitirá tener más conocimientos financieros.
3. Revisa y ajusta tus retenciones fiscales
La mayoría de los estadounidenses han pagado menos impuestos federales en los últimos años como resultado de la leyes de reducción de impuestos y empleo. Debido a los cambios en las retenciones, muchas personas vieron esta ganancia inesperada como parte de sus pagos, no en la forma de un mayor reembolso de impuestos. Sin embargo, a la mayoría de la gente aún se le aplican retenciones en exceso por los impuestos federales sobre la renta.
Lidiar con estas retenciones de más te cuesta dinero. El IRS no te paga intereses por tu dinero; básicamente estás haciendo un préstamo sin intereses al gobierno. Es posible que estés encantado de hacerlo, considerando todo lo que hacen por ti, pero probablemente ese no sea el caso.
También puedes perder oportunidades al no tener esos fondos disponibles. Después de todo, no puedes recuperar esa retención excesiva hasta que presentes tus impuestos. Entonces, si necesitas ese dinero o si existiera una oportunidad con ese dinero durante el año, no podrás aprovecharlo. No hay forma de conseguirlo.
El IRS no está muy preocupado por tus finanzas personales.
Hacer impuestos no es ciencia espacial. Para el contribuyente estadounidense promedio, en realidad es bastante sencillo y predecible. Y la parte predecible es lo que facilita el ajuste de tu retención. No tanto lo que debes, sino para reducir tu reembolso anticipado a una cantidad razonable.
No es necesario que le prestes dinero al gobierno. Pero si obtienes algo de dinero mediante una retención más precisa, deberías considerar aumentar tus ahorros o contabilizar de otra manera esos fondos, en lugar de gastar ese dinero extra en conceptos adicionales probablemente innecesarios. De esa manera puedes lograr un crecimiento financiero. Así se construye el crecimiento financiero.
4. Compara tus compras de rutina
Todos tenemos artículos que compramos regularmente, nuestros productos básicos. Es fácil adquirir el hábito de simplemente echarlos en el carrito de la tienda. Después de todo, generalmente son necesidades.
Pero incluso las necesidades tienen precios diferentes. Y no es necesario cambiar de marca para ahorrar dinero. Los productos idénticos tienen precios diferentes según las diferentes tiendas y puntos de venta en línea.
Puede resultar rentable ponerle precio periódicamente a las cosas que vamos a comprar de todos modos.
Las toallas de papel que prefiero son más baratas en Target que en el supermercado. Y como voy allí de vez en cuando, debería comprarlas allí, y ahorrar dinero sin aumentar mis costos, ya que no tengo que salirme de mi camino para obtenerlas. Pero sólo sé que son más baratas porque reviso el precio en el supermercado periódicamente.
Saber cuánto cuestan las compras de rutina y asegurarte de que estás pagando el precio más bajo razonable es una forma de comprar con conocimientos financieros y promover tu crecimiento financiero.
5. Toma un curso o taller
Hay una gran cantidad de información disponible, casi demasiada en estos días, al parecer. Parece que el principal problema en estos días no es tanto encontrar información, sino destilar toda esa información en algo procesable.
Hay miles de recursos financieros disponibles, que van desde fuentes gubernamentales hasta blogs y sitios web de bienestar financiero como CentSai. Con todos estos recursos, aprender más sobre el dinero es tan simple como buscar tu página favorita y leer un artículo rápido sobre cualquier tema que te interese.
También hay muchos cursos y talleres disponibles para ayudarte a aprender a mejorar tus finanzas. Puedes tomar la ruta completa y hacer un curso de finanzas personales a nivel universitario, pero hay muchas otras opciones. Puedes encontrar minicursos y talleres online que tratan con temas específicos que puedes completar de una sola vez, a menudo de forma gratuita.
Elige un tema en el que creas que te vendría bien un poco de ayuda. Si necesitas mejorar tus impuestos, puedes encontrar un curso específicamente sobre impuestos que puede ayudarte a adquirir más conocimientos financieros en esa área de inmediato.
6. Investiga un problema en línea
No todos los temas son algo sobre lo que debamos tomar un curso. Quizás sea un problema o una pregunta más simple. Tal vez calculaste una nueva cantidad para la retención de impuestos, pero no sabes cómo cambiarla. La información está a tu alcance.
Hay muchas preguntas que se pueden responder rápidamente con solo un poco de investigación.
No sabes si deberías utilizar un fondo con fecha objetivo en tu plan de jubilación? Revisa en línea. Recursos como CentSai, Consumer Financial Protection Bureau,la Comisión Federal de Comercio, y MyMoney pueden ayudarte a ponerte en contacto con el acceso a toda la información que puedas necesitar para vivir una vida financieramente segura.
Puedes elegir un tema que pueda mejorar tu vida financiera y obtener más información al respecto en menos de cinco minutos y que te ayudará a progresar en tu cultura financiera.
7. Usa una calculadora en línea
La mayoría de la gente tiene sus metas financieras. Son muchos menos los que saben cuál es su posición en relación con esos objetivos.
Necesitamos saber dónde nos encontramos en relación con nuestros objetivos para lograr buenas decisiones financieras. Las calculadoras en línea son una solución simple a este problema.
Si no estás seguro de sí deberías ahorrar más para la jubilación, o si necesitas asignar más dinero para la educación de tus hijos, o una gran cantidad de otras preguntas financieras numéricas, las calculadoras en línea pueden ayudarte.
Aborda uno de estos objetivos futuros con la ayuda de una calculadora. Determina tu posición para que puedas comenzar a considerar tus opciones. Así es como puedes avanzar en tu crecimiento financiero.
8. Conócete a ti mismo y a tu horizonte de tiempo
Depende de cada uno de nosotros individualmente determinar nuestro propio destino financiero. Todos tenemos limitaciones; tenemos diferentes capacidades, talentos y habilidades. Tenemos muchas diferencias. Tenemos un punto en común importante. Cada uno de nosotros puede decidir hacer lo mejor con la mano o las condiciones que nos han tocado.
Pero sólo podemos afectar el cambio en el ahora. Los hábitos tardan una media de 66 días en desarrollarse, según un documento de la Enciclopedia de investigación de Oxford, lo que significa que el cambio no es instantáneo.
“La mejor manera de formar hábitos financieros positivos es crear metas realistas a corto plazo”, dice Haley Tolitsky, planificadora financiera certificada con Cooke Capital. “Establece un marco de tiempo y una cantidad o porcentaje específico en dólares al establecer metas. ¡No olvides recompensarte cuando alcances una meta!”
Para facilitar la formación de estos hábitos, Tolitsky recomienda que se automaticen las cosas siempre que sea posible.
“Si te sientes cómodo, configura tus facturas para que se paguen automáticamente, para que no te olvides de pagarlas”, dice Tolitsky. “Establece una cantidad específica en dólares o un porcentaje de cada cheque de pago para ir directamente a tu cuenta de ahorros y realiza contribuciones automáticas desde tu cuenta bancaria a tu(s) cuenta(s) de inversión”.
Empieza a dar pasos positivos, sin la presión adicional de necesitar pasos perfectos.
La perfección es un concepto; lo positivo es una realidad. Debes hacer lo mejor que puedas; la perfección es a donde apuntamos, aunque esa perfección no exista en el mundo.
Así es como se ve en la vida real: la persona que pone dinero en su 401 (k) ahorrará más para su jubilación que quien no lo haga. No es necesario que conozcas y comprendas todas las opciones.
Pero necesitas conocer y comprender tus hábitos y cómo puedes ajustarlos para mejorar tu crecimiento financiero. Puedes trabajar en eso, pero siempre tendrás más empezando que esperando; no hay otro resultado posible. Ganas simplemente avanzando.
Definitivamente deberías pensar en lo que estás haciendo. Debes planificar para el futuro y tomar las mejores decisiones que puedas tomar, pero hazlo desde hoy. No puedes ganar desde la banca. Tienes que estar en el juego.
9. Comprende tu crédito
Aunque pueda parecer obvio, comprender tu crédito y cómo usarlo sabiamente puede ahorrarte decenas de miles a largo plazo. Con más estadounidenses que tienen deudas pendientes con tarjetas de crédito que hipotecas, según una investigación del Instituto Aspen, muchas familias se han encontrado en una situación difícil y con limitaciones económicas.
Pero, al comprender el crédito, puedes evitar endeudarte y, al mismo tiempo, mantener un puntaje crediticio alto. Incluso lo básico, como comprender lo que hay en tu puntuación FICO y lo que no, puede ser de gran ayuda para establecer tu crédito en primer lugar.
Saber para qué puede calificar tu puntaje de crédito también puede ayudarte a planificar una hipoteca, un fondo de emergencia y más. Al conocer tu crédito, incluso si no lo tienes, puedes obtener una comprensión más completa de tus opciones de crecimiento financiero futuro. Esto puede brindarte la oportunidad de mejorar tus planes para el futuro a fin de garantizar que puedas cumplir tus objetivos.
10. Busca una variedad de opiniones
No es necesario ser un experto en finanzas para administrar un presupuesto o equilibrar una chequera. Puedes mejorar tus habilidades de educación financiera hablando con amigos, familiares y aquellos que ya se consideran expertos.
Al tener conversaciones sobre dinero, puedes aprender cosas que quizás nunca veas en un libro de texto. Pero ten en cuenta que también puedes aprender mucho en los libros sobre temas con los que tal vez nunca hablaste con otra persona.
Vivir una vida con conocimientos financieros requiere que utilices los recursos disponibles para lograr tus metas y tu crecimiento financiero.
Hablar con quienes te rodean y utilizar recursos como CentSai puede ayudarte a aprender más sobre los intereses financieros que tengas. Incluso si te sientes seguro acerca de una meta o idea, un poco de investigación adicional no estará de más para asegurarte de que no cometerás un error en tus impuestos o en la planificación de tu jubilación.
Cómo mejorar tu conocimiento financiero: sumando todo
El conocimiento es una gran parte de la educación financiera. Sólo puedes tomar buenas decisiones financieras dentro de tu esfera de conocimiento.
Pero también debes actuar. Actuar con conocimiento genera resultados. Con él, puedes crecer financieramente. Puede comenzar hoy y ver resultados inmediatos.
Comprender que puedes manifestar cambios en tus propias finanzas a través de la conciencia es un incentivo clave, uno que puede ayudarte a profundizar un poco más y tomar el control de tu propio bienestar financiero.