La educación financiera para niños puede comenzar a una edad temprana y tomar formas que ni siquiera reconocemos hasta años después.
Cuando estaba creciendo, por ejemplo, Halloween se trataba de disfraces, dulces y casas embrujadas. En mi búsqueda de Butterfingers y Peppermint Patties, desafié momias de plástico de tamaño natural, cementerios y música espeluznante que se reproducía desde los altavoces del porche. Poco sabía que esta tradición anual me proporcionaba mucho más que un dolor de muelas.
Al final de la noche, ponía todos mis dulces en pilas. Los clasificaba de más favorito a menos favorito, luego comía una pieza de cada categoría. Después de eso, almacenaba cada grupo de dulces en contenedores separados.
Sí, yo era esa niña, la que comía dulces de Halloween en Navidad. Así que no debería ser una sorpresa que me convirtiera en alguien que hace un presupuesto meticuloso siempre.
Cómo el truco o trato puede ayudar con la educación financiera para los niños
El presupuesto no fue la única lección que aprendí del truco o trato. En algún lugar entre elegir un disfraz de princesa de Disney e intercambiar Milky Ways con mis hermanos, Halloween me enseñó lecciones de dinero que se han quedado conmigo, incluso después de que pasé de coleccionista de dulces a distribuidora de dulces.
Hay tantas maneras en que la vida puede enseñarte sobre el dinero que es posible que ni siquiera te des cuenta en el momento en que, de hecho, estás aprendiendo.
Estas son algunas de las lecciones de dinero que Halloween me enseñó:
1. Autocontrol
Cuando era adolescente, era demasiado grande para ir de truco o trato, pero todavía tenía antojos de dulces de Halloween. Así que esperaba hasta el 1 de noviembre, cuando la mayoría de los dulces se vendían a mitad de precio. Esto me enseñó que, si sé que realmente quiero algo, pero también estoy bastante segura de que va a estar a la venta pronto, debo esperar. De todas formas, recibo la misma compra, pero ahorro algo de dinero.
Hoy en día, todavía espero las ventas en lugar de comprar algo la primera vez que lo veo. E incluso si te sientes impaciente, puedes investigar un poco y buscar activamente sitios de ofertas.
Y teniendo en cuenta que se espera que el gasto de Halloween alcance los $10.14 mil millones en los Estados Unidos en 2021, podría ser inteligente usar esta estrategia de “esperar por las ventas” para ayudar a ahorrar en tus próximas celebraciones de Halloween.
2. Gestión de recursos y tiempo
Siempre elegí un vecindario de truco o trato con casas estrechamente agrupadas para maximizar mi “ganancia” de dulces para la noche. Como adulto, trato de usar mis recursos (ahorros, ingresos) con el mayor retorno de la inversión.
Nunca comía todos mis dulces en una noche, pero muchos de mis compañeros de clase lo hacían, y sabía que vendrían a arrepentirse.
Sabía que sería mejor tener un extra en las próximas semanas y meses. Mi inteligencia para los caramelos cuando era niña se convirtió en educación financiera cuando fui adulta. Hoy me aseguro de no gastarme un cheque de pago o una ganancia inesperada en una sola compra. Apegarme a un presupuesto hace que mi dinero dure más tiempo.
3. Ética de trabajo
Para conseguir dulces, pasaba la noche caminando a toda velocidad entre las casas y haciendo bromas con los adultos con disfraces “aterradores”. La mayoría de los adultos rendían dulces a todos, pero un buen número de ellos recompensaba a los niños con los disfraces más geniales dándoles golosinas adicionales.
La idea de que trabajar duro cosecha mayores recompensas fue una parte importante de la educación financiera, algo que aprendí cuando era niña mientras hacía truco o trato. Si tienes hijos propios, echa un vistazo a las ideas de Catherine Alford sobre cómo motivar a Tus hijos a trabajar duro.
Ganar dulces, como el dinero, requiere esfuerzo, y cuanto más trabajes, más ganarás.
4. Valor relativo
A pesar de que los Butterfingers eran mis dulces favoritos en el planeta, a mis hermanos no les gustaban, por lo que no valían nada cuando hacíamos intercambios. El hecho de que algo sea valioso para una persona no le da valor al mundo real, y esto sigue siendo muy cierto hoy en día.
5. Caridad
El día después de Halloween, mi escuela recolectaba dulces para una organización benéfica local que distribuía nuestras donaciones a niños sin hogar. Crecer con esta tradición me llevó a valorar compartir parte de mis ingresos con otros. La sensación de dar a la caridad y saber que estás haciendo el bien es algo que se quedó conmigo desde una edad temprana.
6. Impuestos
A cambio de hacer nuestros disfraces y acompañarnos en la noche de Halloween, mis padres siempre pedían algunos de sus dulces favoritos de nuestras bolsas.
Hoy, en lugar de pagar dulces a mis padres, pago impuestos al gobierno. Ese es otro componente importante de la educación financiera tanto para niños como para adultos: ¡Nada bueno es gratis!
7. Objetivos
Si iba de truco o trato sin un plan, terminaba en vecindarios sin muchos dulces, subiendo por caminos empinados para un paquete de Nerds. Como adulta, encuentro que los planes siguen siendo importantes para lograr mis metas financieras.
Aprendí que si hay algo que realmente quieres lograr, ya sea un paquete de dulces o un automóvil nuevo, establecer metas y hacer planes es lo que te impulsa hacia adelante.
Halloween y la educación financiera para niños: el resultado final
El truco o trato no sólo resultó en una pesada bolsa de dulces variados, sino también en una mente llena de lecciones financieras que se quedarían conmigo de por vida. Sé que transmitiré esta sabiduría a mis propios hijos cuando llegue el momento. Después de todo, la educación financiera es importante para todas las edades.