Tengo mi MacBook Air desde hace casi cinco años. Ha recibido una paliza y todavía está funcionando. Pero cada vez está más claro que necesito comenzar el proceso de actualización de mis aparatos. Hay una serie de aplicaciones que tardan una eternidad en cargarse y la computadora se sobrecalienta fácilmente. El final está cerca. Y temo que pueda necesitar mucho dinero para conseguir un equipo nuevo.

Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para mantener bajos los costos cuando actualices tus dispositivos digitales.

Estos son mis mejores consejos para comprar una computadora nueva sin quemar un hoyo en tu billetera:

  1. Simplificar

Simplifica tu huella tecnológica. ¿Tienes una computadora portátil por $1,500, un celular por $500, una tablet de $100, el Apple Watch más nuevo por $369 y audífonos Beats By Dre de $300? En lugar de actualizar todo, usa tus aparatos hasta que mueran.

  1. Pregunta por los descuentos relacionados con el trabajo

Antes de comprar equipos nuevos, consulta con la oficina de recursos humanos de tu trabajo para ver si hay descuentos que puedas aprovechar antes de realizar una compra. Yo trabajé en la educación por varios años, y a menudo nos ofrecían descuentos en computadoras y accesorios. En la Universidad de Colorado Boulder, teníamos derecho a un subsidio de $1,200 después de algunos años de servicio.

  1. Elige una marca más económica

Con todas las grandes marcas lanzando constantemente nuevas actualizaciones, es imposible tener el último modelo de cada dispositivo sin gastar mucho. Rompe con esa marca cara que has usado durante tanto tiempo. Esto puede parecer un sacrilegio para muchas personas, pero a veces es bueno preguntarse:

“¿Realmente necesito una computadora de $1,500 para hacer mi trabajo? ¿La uso … lo suficiente … para justificar su precio?”

Actualmente estoy trabajando en una auditoría de software para ver si realmente uso muchos programas en mi Mac. La próxima vez, no quiero pagar por cosas que no necesito. 

Para la mayoría de las personas que tienen necesidades informáticas sencillas, una Chromebook puede ser una excelente alternativa a una Mac. El precio original de mi Chromebook era de $229 y el costo de mi Mac era de $2,500. Sólo necesitaba hacer cosas simples como ver videos, escribir informes y guardar proyectos en “la nube”, y trabajar con un sistema basado en la nube es una alternativa mucho más asequible.

  1. Obtén una garantía

Si optas por una computadora de gama baja (y muchas de ellas tienen un valor excelente), te sugiero que compres la garantía también. Pagué los $300 dólares adicionales en garantía, y valió cada centavo.

Pude extender la vida útil de mi computadora portátil y ocuparme de sus problemas en el camino sin tener que gastar más. Mi tarjeta de sonido no funciona, por ejemplo. Puedo escuchar a la gente perfectamente cuando uso el audio de mi computadora, pero si trato de participar en una reunión digital, todo lo que puedo escuchar es estática. Así que compré una Chromebook para ayudarme con situaciones en las que necesitaba usar audio. Terminé pagando alrededor de $169 (después de usar una tarjeta de regalo), y desde entonces me he divertido mucho aprendiendo los entresijos de la Chromebook. Sólo esto me ha ahorrado $1,300 que de otro modo habría gastado en una mejora.

  1. Utiliza herramientas para ahorrar dinero cuando compres en línea

Y para ahorrar más dinero, utiliza Honey, la extensión de Google Chrome siempre que sea posible, así como otras herramientas de “recorte de cupones” en línea. A medida que realizas tu pedido, Honey comprobará si hay un código de cupón para el artículo que estás comprando. También puedes iniciar sesión en tu cuenta de Ebates antes de realizar la compra y obtener un pequeño reembolso además de los ahorros de Honey que recibas.

Lo importante es…

Dado el papel que juega la tecnología en nuestra vida diaria, la idea de que tu computadora, teléfono celular u otro dispositivo electrónico se muera pueda hacerte sentir algo de ansiedad. Utiliza estas estrategias para que tu próxima actualización sea sencilla y, más importante aún, económica.