El efectivo puede ser una gran herramienta financiera. Es una maravilla que más gente no lo use. Hay numerosos beneficios de usar efectivo en lugar de tarjetas de crédito/débito.
No está exento de inconvenientes. Es posible que pagar solo en efectivo no sea el camino a seguir, pero hay razones para hacer algunas de tus compras con efectivo.
El Factor psicológico
El efectivo es real. El crédito es abstracto. Cuando tienes efectivo en tu bolsillo, tienes un límite estricto de lo que puedes gastar; el crédito generalmente no proporciona ese límite para nuestras compras diarias. Por lo general, no nos estamos quedando sin crédito para las compras del supermercado.
Las personas que gastan en efectivo son más conscientes del costo de sus compras. Las personas que gastan dinero en efectivo gastan menos.
El factor de presupuesto
El efectivo facilita la elaboración de presupuestos. Esto es especialmente cierto para artículos para los que probablemente usaríamos efectivo, como productos del diario, alimentos y compras menores.
Muchas personas tienen un presupuesto discrecional: la versión adulta de una mesada. Puede ser una cantidad nominal, como 20 dólares a la semana para café o lo que sea, o puede ser 100 dólares a la semana, para pagar comidas de trabajo y otros gastos.
Cuando se utiliza crédito o débito para gastos discrecionales, es fácil pasarse del presupuesto. Muchos usuarios de crédito ni siquiera podían decirle cuál era su presupuesto a mitad de semana.
El efectivo proporciona un gran control.
Es un hecho que si gastas tus últimos $500.00, ya no habrá más hasta la siguiente quincena.
Si tienes un presupuesto de $2000.00 por semana para comida, probablemente te mantendrás dentro de ese presupuesto si usas efectivo. Es mucho menos probable que lo hagas si usas plástico o un sistema de pago electrónico.
El crédito: una trampa con costos
Claro que puedes usar tu tarjeta de débito o el sistema de pago que quieras siempre que lo necesites; pero no deja de tener inconvenientes. El efectivo no puede meterte en problemas de deuda. Si no tienes efectivo, simplemente no gastas.
El crédito suele conducir a que gastes de más. El gasto excesivo conduce a cargos por intereses. Los cargos por intereses reducen lo que tienes disponible para gastar, lo que genera más préstamos y más intereses. Es una trampa.
El efectivo te ayuda a evitar caer en esa trampa.
Anonimato y efectivo
El dinero en efectivo permite el anonimato. Ya sea que dejes todo tu cambio en el bote de recolección de la Cruz Roja , que le regales 50 centavos a un artista de la calle o una propina generosa en el café, todas esas son operaciones que no dejan ningún rastro.
Nuestro mundo conectado nos aporta mucho.
La fiscalización de las operaciones financieras es francamente invasiva. Cualquier operación que realices vía electrónica, dejará huella. A veces nos gustaría un poco de privacidad. No porque tengamos nada que ocultar, sino simplemente porque la vigilancia continua de la tecnología, cansa.
El efectivo es discreto. Y por eso también se utiliza para actividades ilícitas debido a su aceptación universal y su falta de registro. Mientras uses tu dinero en efectivo para asuntos lícitos y respetes la ley, no tienes nada qué temer.
No todo son ventajas
El efectivo tiene sus desventajas.
Es difícil comprar cosas en línea con efectivo. Hay algunas opciones en las que puedes pagar en efectivo en una ubicación física, por lo que no siempre es imposible. Pero seguro que no es conveniente.
A veces, una tarjeta de crédito es algo maravilloso.
Si necesitas alquilar un automóvil, necesitarás un plástico. No es fácil alquilar un coche con dinero en efectivo; muchas veces es imposible.
La capacidad del crédito en una emergencia es algo que el efectivo no puede igualar. Si tu coche se descompone durante un viaje, el crédito es la forma más sencilla de pagar. Puedes arreglártelas con efectivo, pero tendrás que cargar mucho contigo o lidiar con conseguir efectivo físico de cajero automático en cajero automático. En caso de emergencia, el crédito gana por la facilidad de uso.
El efectivo no es reemplazable. Si se pierde o te lo roban, desaparece. Con el crédito tienes recursos. Hay límites a tu responsabilidad. El crédito tiene la ventaja aquí.
El resultado final
El efectivo es una herramienta. Si se usa correctamente, puede ayudar a las personas a mantenerse dentro de su presupuesto, especialmente para artículos como alimentos y gastos discrecionales, áreas en las que las personas tienden a sobrepasarse con su presupuesto.
El crédito tiene su lugar. Hay cosas que puedes hacer con crédito que serían difíciles o imposibles con efectivo.
El crédito también es una pendiente resbaladiza. Es seductora, y los humanos no tenemos suficiente resistencia. El efectivo, por sí mismo, no puede endeudarte.
Cada forma de pago tiene su propósito. Si estás tratando de mantenerte dentro de tu presupuesto y tienes problemas con algunos artículos, usar efectivo puede ayudarte. Pero probablemente no deberías quemar tus cartas a menos que habitualmente te metas en problemas. Usa ambos, pero úsalos sabiamente.