Todo el mundo tiene sesgos cognitivos, que son fallas o errores de pensamiento que pueden conducir a malas decisiones financieras. El primer paso para mitigar los errores es tomar conciencia de los sesgos más comunes para planificar y minimizarlos de manera proactiva.
A continuación te incluyo una breve descripción y ejemplos de doce sesgos comunes a la hora de tomar decisiones en tus finanzas personales:
1-Sesgo de acción
Es cuando las personas prefieren hacer algo, cualquier cosa, en lugar de no hacer nada en situaciones en las que se requiere una acción o decisión. Es similar a alguien que arroja una papa caliente y quiere arrojársela rápidamente a otra persona.
2-Efecto de anclaje
Cuando las personas se aferran a un hecho o cifra y, por lo tanto, descartan nueva información que no se ajusta a sus opiniones preconcebidas. El anclaje es particularmente peligroso cuando las personas saben poco sobre un producto o servicio e ignoran pistas de compra valiosas. Ejemplo: comparar un precio de venta con un precio minorista sugerido y pensar que el precio de venta debe es una buena oferta.
Los especialistas en marketing se sintonizan con este error y, a menudo, lo utilizan en su beneficio.
3-Sesgo atencional
Cuando las personas prefieren centrarse en unas cosas y no en otras como una forma de hacer frente a una sobrecarga de información y otros estímulos. Como resultado, tienen “puntos ciegos” y con frecuencia pasan por alto posibles opciones y resultados.
4-Efecto Carro
Cuando las personas apoyan una idea simplemente porque se ha vuelto popular y todos van con ella, independientemente de sus propias creencias o nivel de comodidad. El frenesí del “efecto memes” de 2021 es un ejemplo reciente de inversionistas que “siguen a la multitud”.
5-Sesgo de confirmación
Es cuando las personas tienen creencias y “reglas de decisión” en sus mentes y buscan y prestan atención a la información que las confirma. Al igual que el sesgo de atención, este error puede generar “puntos ciegos”, ya que las personas ignoran la información que no concuerda con sus creencias y, como resultado, a menudo se afirman en su posición original sin considerar los puntos de riesgo.
6- Efecto de encuadre
Cuando las personas sacan conclusiones sobre las alternativas disponibles dependiendo de cómo se presente esa información, en lugar de simplemente considerar los hechos tangibles. Las decisiones que se toman en este entorno son totalmente impredecibles.
7-Aversión a la pérdida
Cuando las personas intentan evitar las pérdidas y toman decisiones, o por el contrario, deciden no tomarlas, para evitar arrepentirse después.
La investigación con ejemplos hipotéticos indica que las personas responden de manera diferente a las pérdidas garantizadas que a las ganancias garantizadas. Los inversores no quieren darse cuenta de una pérdida a menos que sea absolutamente necesario.
8-Contabilidad mental
Cuando las personas separan su dinero mentalmente en diferentes “cuentas”. Un dólar en un lugar es más o menos importante que un dólar en otro y, como resultado, se descuida el “panorama general” de las finanzas propias. Un ejemplo es llevar un saldo de tarjeta de crédito del 18% cuando el dinero disponible para pagar esta deuda se encuentra en una cuenta bancaria del 1%.
9-Sesgo de exceso
Cuando las personas sobreestiman sus habilidades y conocimientos y ponen demasiado énfasis en lo que saben, o creen que saben, en base a su experiencia personal. Un ejemplo es confundir la familiaridad sobre una empresa o producto, como consumidor o empleado de la empresa, con un conocimiento informado en materia de inversión.
10-Sesgo informativo
Es cuando las personas usan información reciente, en fuentes de actualidad, no fuentes especializadas y toman decisiones en función de ese sesgo. Por ejemplo, después de enterarse de una serie de robos en la televisión, un inversionista puede ser más cauteloso a la hora de cerrar las puertas con llave por la noche. Del mismo modo, sus decisiones de inversión pueden tener un sesgo basado en el desempeño actual del mercado de valores; sesgo que, además, no se verifica en medios y fuentes especializadas.
11-Sesgo de statu quo
Cuando las personas “se mantienen firmes” y no quieren hacer un cambio. Hacer cambios genera incomodidad y miedo; todos los evitamos. Un ejemplo que combina tanto la contabilidad mental como el sesgo del statu quo es no vender acciones simplemente porque son la herencia de su abuela.
12-Sesgo de costos irrecuperables
Es cuando las personas olvidan que los “costos irrecuperables” (p. ej., una entrada para un concierto comprada previamente) están “hundidos” (es decir, ya se pagaron) y se toman malas decisiones presentes para justificar las pasadas (p. ej., conducir en medio de una tormenta de nieve para llegar a el concierto).
En resumen, la economía tradicional se basa en la suposición de que las personas se comportan racionalmente. En la vida real, sin embargo, muchas veces no lo hacen. Las estrategias para reducir los errores financieros conductuales incluyen la comparación de compras entre tres proveedores de productos o servicios antes de realizar una compra “importante” y hablar con otros antes de tomar una decisión financiera importante.
Además, algunos errores de finanzas conductuales se pueden utilizar de manera positiva. Procura llevar, en el peor de los casos, una contabilidad mental. Puede ser una práctica valiosa, que, aunque no provengas de una universidad, te permita hacer cálculos certeros sobre cuestiones importantes como tu jubilación.