En estas fechas el año pasado, estaba esperando ansiosamente el lanzamiento de mi libro, Flipping a Switch. La frase que se traduce a “activando el interruptor” de los gastos de jubilación es una metáfora sobre las transiciones que enfrentan las personas en el último tercio de la vida, y mi libro describe 35 de ellas.
Los ejemplos incluyen la creación de un “salario” de jubilación, tomar las distribuciones mínimas requeridas de los planes de ahorro con impuestos diferidos, transiciones de atención médica, reducción de personal y simplificación, y mantenerse ocupado.
La génesis del libro (y su título) es otra transición clave para los adultos mayores que acumularon riqueza durante sus años laborales: sentirse cómodos gastando sus ahorros.
En 2018 el Consejo de Educación del Ahorro Estadounidense durante la presentación describió un subconjunto de jubilados con un “problema” único: ahorraron toda su vida, no se sienten cómodos gastando de sus ahorros y sus activos siguen creciendo.
El orador señaló que “tenemos que enseñar a las personas cómo ‘activar un interruptor'; pasar de ahorrar a gastar en la tercera etapa de sus vidas.
Recientemente, asistí a un seminario web del Instituto de Investigación de Beneficios para Empleados (EBRI). Aquí se presentó una investigación sobre los estilos de vida de los jubilados utilizando datos de una encuesta de 2,000 hogares en el rango de edad de 62 a 75 con menos de $1 millón en activos.
Una conclusión clave: la jubilación no es una experiencia uniforme para los adultos mayores con características demográficas variables.
Se identificaron cinco categorías distintas de estilo de vida: luchando (18 por ciento), simplemente sobreviviendo (12 por ciento), promedio (28 por ciento), cómodo (22 por ciento) y afluente (19 por ciento). Otro hallazgo clave fue que la mayoría de los jubilados se muestran reacios a gastar una parte significativa de sus activos financieros, a menudo por temor a lo desconocido (por ejemplo, gastos de atención a largo plazo) o por quedarse sin dinero.
Aunque puede ser difícil ver “demasiados ahorros” como un problema, dado que muchos estadounidenses todavía están luchando como resultado del COVID-19, existen desventajas como trabajar más de lo necesario, restringiendo innecesariamente el gasto a menos de lo que se puede pagar, y restringir innecesariamente los obsequios a la familia o donaciones filantrópicas.
¿Qué hacer? A continuación se muestran seis sugerencias del seminario web de EBRI y de mi libro Flipping a Switch:
Calcule su patrimonio neto
Haga un recuento de las deudas del hogar y réstelas de los activos del hogar. El resultado es su patrimonio neto. Muchas personas no tienen idea de cuánto tienen en total (por ejemplo, cuentas de ahorro, inversiones y valor de la propiedad). Es difícil saber qué gastar en el futuro si no sabe lo que tiene.
Salga de su zona de confort
Practique gastar en artículos “caros”. Es normal que esto se sienta muy incómodo “yendo contra la corriente”. Es difícil cambiar de hábitos de toda una vida tales como comprar artículos con grandes descuentos, alardear de compras frugales, volar en clase económica cuando puede volar en primera clase y regalar modestamente.
Iniciar un diario de gastos
Mantenga un registro de las decisiones que toma y las emociones que siente cuando gasta dinero. No es raro que las personas sientan una pérdida psicológica cuando ven disminuir los saldos de sus cuentas después de realizar retiros de sus ahorros.
Responda algunas preguntas difíciles
¿Por qué amasó tanto dinero si no planeas gastarlo o regalarlo? ¿Qué está esperando? ¿Mejorará su salud con la edad? ¿Ya tiene suficiente dinero para ser “financieramente independiente”(Es decir, no depende de un trabajo para obtener ingresos)? Si no gasta sus ahorros, ¿quién lo hará?
Automatizar retiros de ahorros
Busque productos financieros que faciliten el “gasto reducido”. Si hacer retiros de efectivo de los ahorros lo pone ansioso, “configúrelo y olvídese”.
Las opciones incluyen la compra de una anualidad fija que le paga un ingreso mensual, fondos mutuos de pago administrado que brindan pagos mensuales, bonos y “escaleras” de certificados de depósito (es decir, fechas de vencimiento variables) y opciones de retiro automático para fondos mutuos.
Obtenga ayuda con sus decisiones financieras
Pruebe algunas calculadoras en línea para asegurarse de que no hay problema al gastar su dinero. Por ejemplo, las calculadoras de Monte Carlo estiman la probabilidad de que los ahorros duren un cierto período de tiempo, típicamente 30 años.
Otro recurso útil es acudir a un planeador financiero certificado. Si ha acumulado suficiente dinero para “activar un interruptor”, dedique unas pocas de horas a consultar un asesor profesional.