Cofundadora de CentSai, Doria Lavagnino,  nos habla sobre las consecuencias económicas de la escasez de conocimientos financieros mínimos obligatorios en un país como Estados Unidos. Puedes consultar el artículo original, en inglés, en empowerwomen.org – donde apareció por primera vez – para aprender más sobre cómo las mujeres pueden trabajar juntas para empoderarse unas a otras y empoderar sus finanzas. ¡Es hora de participar!

Los últimos dos años han sido duros para casi todos. La pandemia del Covid ha devastado la salud y la economía de muchos países, causando decesos desproporcionados en todo el mundo  y atacando las finanzas de todos; especialmente de las mujeres.

Si la epidemia ha tenido algo positivo, es esto: ya no podemos ignorar la fragilidad económica que enfrentan las mujeres en todo el planeta.

Paralela a esta fragilidad, veo como camina de la mano con la falta endémica de educación financiera, una realidad que afecta de manera desproporcionada a las mujeres en muchos países.

Hace cuatro años, mi cofundador y yo dejamos nuestros trabajos para crear una empresa nueva, centrada en la educación financiera a la que llamamos CentSai; era nuestra forma de reaccionar a las consecuencias de la crisis crediticia de 2008. En aquel momento, la gente no entendía por qué estaban perdiendo sus hogares mientras que las instituciones financieras recibían rescates.

La importancia de la Educación Financiera en el 2023

Hoy que comenzamos a salir de la pandemia, volvemos a poner al frente y al centro de nuestro interés otro tipo de epidemia: el analfabetismo financiero.

No es ninguna sorpresa, en muy pocos países los estudiantes toman cursos de finanzas personales como materia obligatoria.

¿Cómo podemos esperar que los estudiantes adquieran nociones básicas de cómo presupuestar, cómo funciona el crédito, por qué el ahorro es esencial, cuando los legisladores en todo el mundo no dan prioridad a la educación financiera en los colegios?

Si bien en Estados Unidos la Ley de Reinversión Comunitaria tenía el propósito de alentar a las instituciones financieras a reinvertir dinero y educación en comunidades de bajos ingresos, parece haberse convertido en un requisito de casilla de verificación, no en un mandato de cambio.

Analfabetismo financiero: ¿Qué se puede hacer?

Necesitamos comenzar apoyando a los maestros y padres, nuestros defensores de primera línea, con los materiales y la capacitación que necesitan. A continuación, nuestros funcionarios electos locales, estatales y federales deben hacer que la educación financiera sea una habilidad básica a desarrollar en los planes de estudios. Sin ella, varias generaciones seguirán tomando malas decisiones económicas.

Educar a las mujeres para empoderarlas

Como madre de dos hijas, soy muy consciente de cómo el empoderamiento económico es la clave para la independencia de cualquier mujer. Sin embargo, incluso las mujeres educadas de clases medias y altas siguen ganando en promedio 30 pesos menos por cada 100 pesos que gana un hombre con la misma formación y las mismas capacidades.

¿Cómo pueden mis hijas, o cualquier mujer, realizar todo su potencial cuando habitualmente miran como otras mujeres están mal pagadas y subvaloradas?

Empecemos también por exigir que existan leyes que garanticen igualdad de salarios. Le debemos a nuestras y nuestros jóvenes líderes poner el ejemplo de lo que debe hacerse. Enseñarles a tener el coraje de levantar la mano en un encuentro, a revolucionar con audacia las relaciones laborales; y a las mujeres, a negociar su valía sin importar sus circunstancias.

Desde aquí las invito a que votemos por los candidatos que se toman en serio el hecho de que el mercado laboral penaliza la maternidad y les arrebata la oportunidad de hacer carrera, crecer y prosperar. O al menos, les impone un costo familiar muy elevado que no todas están en posición de poder pagar.

Estados Unidos tiene una de las peores políticas de baja por maternidad de cualquier país del mundo: de 41 naciones, la nuestra es la única que carece de licencia pagada por maternidad, según el Pew Research Center. Pero, en cualquier país, las consecuencias económicas de la prestación de cuidados son nefastas y dañan gravemente las finanzas de las mujeres a escala global.

A medida que las fintech continúen dominando los titulares y el interés de los capitalistas de riesgo, aprovechemos este momento para responsabilizar a nuestras escuelas, líderes empresariales y funcionarios electos. Este momento nos pide a todos que nos aseguremos de que todos los estudiantes tengan la oportunidad de desarrollar las habilidades financieras que necesitan para ser responsables de su futuro.